Claves para saber si está
malcriando a su hijo
Conozca los errores más comunes al criar a sus hijos y
corríjalos.
Cultivar la grosería y las malas
maneras, criticar al niño continuamente, lanzarle mensajes negativos y no
ponerle límites, estar en desacuerdo sobre las normas de conducta, dar rienda
suelta al mal carácter. Los anteriores son algunos de los errores que más
recurrentemente cometen los padres en la crianza de sus hijos, según el
sicólogo y psicopedagogo Bernabé Tierno, quien explica que "si se cumplen
sistemáticamente aseguran una mala crianza infantil, ayudando a que los
hijos se conviertan en seres desgraciados, cuya vida será un infierno".
Tan desolador panorama es planteado por este
especialista que es además, autor de ‘Vivir en familia: El oficio de ser
padres’, en donde explica que como educadores, los padres han de “aplicar una
serie de recursos que contribuirán a la formación integral de sus hijos, al
desarrollo de su afectividad, autoestima o conciencia moral, a fomentar su
responsabilidad, autodisciplina y habilidades sociales, y usar adecuadamente el
ocio y los medios de comunicación".
“Aunque abundan las malas hierbas, todavía son más
abundantes los malos cultivadores”, señala Tierno (www.bernabetierno.net) en
referencia a los padres en un artículo titulado ‘¿Cómo se consigue malcriar a
un hijo?”, publicado en la revista especializada 'Psicología Práctica'.
Con un toque de ironía, “que a veces ayuda a
comprender mejor ciertas cosas”, y por ende a evitarlas, este psicólogo enumera
algunos de los errores más frecuentes en los que incurren los padres al
educar y sus preocupantes consecuencias, aunque los mayores lo hagan con las
mejores intenciones.
“Mantener las malas formas, las palabras groseras, las
descalificaciones y la desestabilización emocional, dejará paso al estrés
crónico que enfermará a toda la familia y se ha asociado a cuatro de cada cinco
enfermedades que nos aquejan. En el niño está asociado a la depresión, los
problemas de conducta, la baja autoestima, la inseguridad y la timidez”,
explica Tierno.
Si los padres dan rienda suelta a su irritabilidad y
mal carácter, “comportándose cómo energúmenos cuando se comuniquen con su hijo
y los demás, convertirán al niño en un ser completamente visceral, primario y
problemático”, vaticina este experto.
Además, según el psicólogo, “lo que de verdad hace
mella en el niño es la crítica diaria, esa que evalúa de continuo su conducta,
etiquetándole de incapaz, insoportable o malvado. Esta cotidiana actitud
negativa y estricta, hará estragos en su mente y sistema emocional. Llegará a
formarse una imagen tan desastrosa de si mismo que se creerá incapaz de hacer
cosas dignas de elogio”.
Si se mantiene esta cotidianeidad negativa, “seguro
que se despertará en el niño el sentimiento de incompetencia, de no tener
solución, de ser un caso perdido. Se habrá conseguido formar un ser autodestructivo,
agresivo hacia si mismo y/o los demás, con depresión, angustia y rabia”, apunta
Tierno.
Tomado de EL TIEMPO edición virtual de Febrero 5 de 2013